En el mundo empresarial, tomar decisiones estratégicas implica diferenciar entre costos relevantes e irrelevantes. Uno de los conceptos clave en este análisis es el costo hundido.
Desde Edenred, como especialistas en pagos empresariales, te explicamos de forma clara qué es, cómo identificarlo y por qué es fundamental para una gestión eficiente.
¿Qué es un costo hundido?
Un costo hundido es un gasto que ya fue realizado y que no se puede recuperar, sin importar las decisiones que se tomen en el futuro.
Esto significa que, al momento de decidir, ese costo debe considerarse irrelevante: ya impactó en el negocio y no hay forma de revertirlo.
Por eso, la definición de costo hundido lo posiciona como un concepto esencial para evitar decisiones sesgadas por inversiones pasadas.

Ejemplos cotidianos y empresariales
Ejemplo simple: el boleto perdido
Comprás una entrada para el cine por $2.000 y la perdés. Ese gasto ya fue asumido. La pregunta ahora es si realmente querés ver la película. El costo hundido no debería influir en la decisión de comprar otra entrada.
Ejemplo en empresas: alquiler ya pagado
Una compañía paga el alquiler mensual de un local. Ese monto, una vez abonado, es un costo hundido. Abrir o no el negocio ese día debe basarse en proyecciones de ventas y costos futuros, no en el dinero ya gastado.
Otro caso real: licencias o inversiones tecnológicas
Se invierten $5.000 en una licencia de software. Si luego el proyecto cambia, ese gasto no debería condicionar si continuar o no. Es un ejemplo de costo hundido.
¿Por qué es tan importante entenderlos?
En decisiones empresariales, el sesgo por costo hundido puede llevar a mantener proyectos no rentables solo “porque ya se invirtió mucho”.
La racionalidad económica indica que las decisiones deben enfocarse en los costos y beneficios futuros, no en lo que ya se gastó.
Ejemplo financiero: acciones en baja
Comprás una acción a $100 y baja a $80. Si la mantenés solo por el precio anterior, estás ignorando lo más importante: ¿va a subir o seguir bajando? El precio de compra es un costo hundido.
Cómo identificar un costo hundido

Para saber si estás ante un costo hundido, hacete estas preguntas:
- ¿Este gasto ya se realizó y no puede recuperarse?
- ¿Este costo cambiará si tomo otra decisión?
- ¿Estoy manteniendo algo solo porque ya invertí dinero en ello?
- ¿Mi análisis se basa en el futuro o en justificar el pasado?
Si respondés que sí a las primeras tres preguntas, probablemente estás frente a un costo hundido.
Evitá caer en la trampa
Los costos hundidos pueden ser una trampa mental y de gestión. Ignorarlos en las decisiones permite que tu empresa se enfoque en lo que realmente importa: optimizar la rentabilidad futura.
Comparar alternativas mirando hacia adelante y no justificar acciones con base en lo que ya no se puede cambiar es una práctica saludable y rentable.
Conclusión: decidí mirando hacia adelante

Desde Edenred ayudamos a las empresas a tomar decisiones inteligentes y enfocadas en el futuro. Parte de esa tarea incluye comprender qué es un costo hundido y cómo evitar que afecte tu estrategia.
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