Cuáles son los 3 repuestos que más se rompen y cómo prevenirlo

Junto con el combustible, los repuestos son la clave del mantenimiento y la gestión de tu flota vehicular. Conoce cuáles son los desgastes y roturas más comunes para planificar, prevenir y ahorrar.

Amortiguadores y otras piezas de suspensión: la parte delantera y trasera del vehículo son de las que sufren mayores desgastes. Esto incluye a los amortiguadores y al resto de los componentes como espirales, bujes, parrillas, la cazoleta o sombrero y las bieletas, que están interconectadas en diferentes conjuntos de piezas.
Dependiendo de la intensidad de uso, del tipo de terreno (asfalto, tierra, ripio o empedrado) y las prácticas de manejo, por lo general se recomienda su reemplazo a partir de los 40.000 kilómetros. Todas estas piezas están interconectadas, por lo que su rotura impacta en el funcionamiento de las demás y genera mayores costos si la falla no se detecta y soluciona a tiempo. También puede afectar el andar del vehículo y su alineación o incluso generar el desgaste de las cubiertas, zumbidos o golpeteos durante la conducción.

Componentes eléctricos: los más comunes son la batería y el alternador. Una batería está programada para durar hasta un año en un vehículo 0 kilómetro, aunque puede variar según la marca, las especificaciones técnicas o una necesidad de recarga mayor que la habitual. Esta última es muy frecuente en las flotas vehiculares por el uso de accesorios como sistemas de GPS, de monitoreo, de alarmas específicas, de balizas o de equipos de sonido que exigen un consumo de energía superior al estándar.
La sobreexigencia de la batería y del alternador acorta la vida útil del sistema eléctrico. Su recambio es rápido y se realiza en el día. También las luces se suelen cambiar con frecuencia y facilidad en el taller.

Sistema de frenos: comenzando por las pastillas, que se reemplazan más seguido, y siguiendo por los discos, cuyo recambio suele recomendarse al rondar los 40.000 kilómetros, el cuidado de estas piezas hace a la seguridad y al cuidado general del vehículo. Es muy importante la prevención y respetar las recomendaciones de recambio en los mantenimientos preventivos que se realizan cada 10 o 15.000 kilómetros, en los que un técnico mecánico evalúa su estado y su duración.

Además de estos tres repuestos que son los que más se desgastan, el embrague se suele cambiar con recurrencia, aunque su reparación es más compleja y suele estar asociada al tipo de uso del vehículo y a la conducción brusca, que acelera el desgaste.

Las roturas del motor o de la caja de cambios son menos frecuentes. Sus fallas son más graves y costosas y comúnmente están asociadas a la falta de mantenimiento regular y preventivo. La rotura del motor, dependiendo si es parcial o total, puede alcanzar hasta entre un 30 y un 50% del valor del vehículo, suele requerir múltiples repuestos y la derivación a especialistas en los distintos componentes.

Consejos para el prevenir roturas y el cuidado de tu flota

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Respetar los service programados y los mantenimientos preventivos: en general suelen darse al llegar a los 10.000 o 15.000 kilómetros según el tipo de vehículo y las especificaciones técnicas del manual. Se revisa la alineación y el balanceo, los frenos, aceites y filtros, el escape, entre otros chequeos generales. Esto nos da una radiografía del vehículo para actuar, conocer y prevenir.

Cuidados diarios: revisar el aceite del motor y el líquido refrigerante, los parabrisas, las luces y el nivel de presión de los neumáticos. El costo de las cubiertas es alto: con chequear la presión y la alineación y balanceo se evita el desgaste prematuro. Con estas pequeñas acciones se pueden prevenir roturas mayores y costos extra, tanto en dinero como en tiempo.

Comunicación con los choferes: capacitar a los conductores con consejos para extender la vida útil del vehículo y sobre los riesgos de determinadas prácticas es esencial para el cuidado de la flota. Tener en cuenta algunas pautas como, por ejemplo, sacar el cambio y soltar el embrague ante un semáforo en rojo, ayuda a evitar el desgaste excesivo. La concientización es esencial.

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